Nos hemos dado cuenta que existen varios mitos y prejuicios sobre la industria del factoring en Chile. Así que decidimos crear este artículo para derribar cada uno de ellos, con argumentos claros, ejemplos reales y datos concretos que muestran cómo ha evolucionado esta herramienta financiera en los últimos años.
1. “El factoring es solo para empresas en crisis”
Nada más falso. Muchos piensan que está destinado a negocios al borde de la quiebra, pero la realidad es que empresas financieramente sanas lo ocupan como parte de su estrategia de crecimiento.
¿Por qué? Porque adelantar el cobro de facturas, les permite financiar nuevas oportunidades sin endeudarse, evitar retrasos en pagos a proveedores o simplemente mantener su flujo de caja estable.
De hecho, el factoring ha dejado de ser una solución de emergencia para convertirse en una herramienta moderna y estratégica, utilizada por empresas de todos los tamaños para mantener la liquidez en ciclos de venta largos.
Según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en 2023 se transaron más de US$13.000 millones en operaciones de factoring en Chile. Y no fueron solo grandes compañías: el 73,7% de las empresas que usan factoring son pymes, mientras que solo el 11,3% son grandes empresas.
2. “Es demasiado caro”
Efectivamente tiene un costo (como cualquier servicio financiero), pero es importante compararlo con las consecuencias de no usarlo. Perder una venta por falta de capital de trabajo o incumplir pagos clave puede salir mucho más caro.
Además, muchos desconocen que el factoring puede ser más conveniente que otros tipos de financiamiento. Por ejemplo, mientras una línea de crédito bancaria para pymes puede tener un Costo Anual Equivalente (CAE) superior al 40%, el factoring tiene un costo que puede variar entre 0,8% y 3,5% mensual, dependiendo del plazo y perfil de riesgo.
En Kredito, de hecho, financiamos hasta el 100% de tus facturas, sin cálculos complicados y con precios muy convenientes.
3. "Te quitan el control de tu negocio”
Este es un mito muy común, pero también muy alejado de la realidad.
Cuando accedes a factoring, solo cedes temporalmente el cobro de una factura a cambio de liquidez inmediata. El resto del funcionamiento de tu empresa sigue exactamente igual.
Tú sigues decidiendo a quién le vendes, en qué condiciones, y cómo manejar tus recursos. Lo que haces con el factoring es simplemente convertir una factura por cobrar en dinero en el presente, sin alterar la gestión o la operación de tu negocio.
Además, no pierdes autonomía ni entregas información confidencial. Solo se cede el derecho a cobrar una factura puntual, lo cual está perfectamente regulado en Chile por la Ley N°19.983, que protege tanto a las pymes como a sus clientes.
4. “El factoring daña la relación con mis clientes”
Este es un temor frecuente, sobre todo en pymes que venden a grandes empresas. Creen que si su cliente sabe que han cedido una factura, pensará que tienen problemas financieros o que no confían en ellos. Pero la realidad es otra.
El factoring es una práctica común y cada vez más aceptada en Chile. Muchos grandes pagadores, como empresas del retail, constructoras, mineras y del sector público, están habituados a recibir notificaciones de cesión de facturas y no lo ven como algo negativo. En muchos casos, incluso cuentan con equipos internos que gestionan específicamente este tipo de relaciones.
Además, el proceso está normado por ley y no implica ninguna evaluación negativa hacia el proveedor. Todo lo contrario: usar factoring puede ser una señal de buena gestión financiera, ya que demuestra que la empresa busca mantener su liquidez para seguir cumpliendo a tiempo con sus obligaciones y crecer.
5. “Solo sirve para empresas grandes”
Error. El factoring está especialmente diseñado para pequeñas y medianas empresas que no siempre tienen acceso a líneas de crédito bancarias o que necesitan una alternativa más rápida y flexible.
Mientras las grandes empresas suelen tener acceso a condiciones más favorables con bancos, para muchas pymes el factoring es una herramienta ágil y eficiente para mantener operativa la empresa sin asumir nuevas deudas.
Según la Asociación de Empresas de Factoring Chile (EFA), casi tres de cada cuatro empresas que usan factoring en Chile son pymes, lo que demuestra que esta herramienta responde directamente a las necesidades reales del ecosistema emprendedor.
6. “Es un proceso lento y burocrático”
Este era un argumento válido hace una década, pero la realidad ha cambiado radicalmente con la digitalización.
Hoy, gracias a plataformas tecnológicas como la de Kredito, el factoring es un proceso ágil, seguro y completamente en línea. Puedes subir tus facturas, cotizar y recibir una oferta en minutos. Si la aceptas, puedes tener el dinero en tu cuenta en menos de 24 horas.
Además, no necesitas hacer filas, ni presentar carpetas físicas. Todo el proceso se realiza con firma electrónica y validación automática de tus documentos en el sistema del Servicio de Impuestos Internos (SII).
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